Un grupo de neurocientíficos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPLF), en Suiza, han localizado el "SILENCIADOR" cerebral que permite olvidarnos de un ruido rítmico e incesante que se produce, como media, 100.000 veces al día.
La consciencia del propio ritmo cardiaco sólo ocurre cuando vivimos momentos de suma tensión. En la vida normal, nos olvidamos de él, a no ser que suframos trastornos de ansiedad. Nuestra salud mental agradece, pues, que no estemos constantemente escuchando ese bum-bum, bum-bum, bum-bum…