Algunas de las emociones de baja vibración se agrupan en patrones similares:
- El miedo y el enfado producen una mayor actividad en el pecho.
- La ansiedad y la vergüenza, en el torso.
- La tristeza y la depresión reducen la actividad en brazos y piernas.
- El asco, el desprecio y la envidia aumentan la actividad en cabeza y brazos.
Las emociones de alta vibración, como la felicidad o el amor se alojan en el corazón y en la cabeza principalmente.