Un hombre construyó una casa y la embelleció con un jardín. En el centro del jardín plantó un roble.
Este roble creció lentamente. Día a día echaba raíces y fortalecía su tallo, para convertirlo en tronco, capaz de resistir los vientos y las tormentas.
Junto a la pared de la casa se plantó una hiedra. La hiedra comenzó a levantarse velozmente. Todos los días extendía sus tentáculos llenos de ventosas, y se iba alzando adherida a la pared.
Al cabo de cinco años la hiedra ya caminaba sobre los tejados. El roble crecía silenciosa y lentamente.
– ¿Cómo estás, amigo roble?, – preguntó una mañana la hiedra.
– Bien, mi amiga – contestó el roble.
– Eso dices porque nunca llegaste hasta esta altura, – dijo la hiedra con ironía.
– Desde aquí se ve todo tan distinto.
– A veces me da pena verte siempre allá abajo en el jardín.
– No te burles, amiga, – respondió el roble.
– Recuerda que lo importante no es crecer deprisa, sino con firmeza.
Entonces la hiedra lanzó una carcajada burlona.
El tiempo siguió su marcha. El roble creció con su ritmo firme y lento. Las paredes de la casa envejecieron. Y un día una fuerte tormenta sacudió la casa y su jardín. Fue una noche terrible. El roble se aferró con sus raíces para mantenerse erguido. La hiedra se aferró con sus ventosas al viejo muro para no ser derribada. La lucha fue dura y prolongada.
Al amanecer, el dueño de la casa recorrió su jardín, y vio que la hiedra había sido desprendida de la pared, y estaba enredada sobre sí misma, en el suelo, al pie del roble. El hombre arrancó la hiedra, y la quemó.
Mientras tanto el roble reflexionaba: " Es mejor crecer sobre raíces propias y crear un tronco fuerte, que ganar altura con rapidez, colgados de la seguridad de otros".
Es importante caminar la vida con paso lento pero firme y seguro, porque no hay libertad ni fortaleza si se camina ligero pero dependiendo de otro.
En la selva, tres leones compiten por ser el rey. Los animales resuelven la disputa de manera sorprendente. Un relato que enseña a superar los problemas y crecer. Leer cuento
Un hombre trabaja sin descanso para darle a sus hijos lo que nunca tuvo, pero descubre que lo más importante es estar presente y compartir momentos, no solo el dinero. Leer cuento
Descubre una historia sobre dos perros que visitan una casa abandonada. Uno encuentra alegría mientras que el otro se siente amenazado. Leer cuento
Un niño aprende lecciones de vida al observar a su abuelo escribir una carta. El lápiz usado simboliza cualidades importantes para ser una persona en paz con el mundo. Leer cuento
La verdadera riqueza no está en el dinero, sino en el corazón. El pescador comprende que ya disfruta de abundancia en su vida diaria. Leer cuento
Descubre la paradoja de la vida: lo bueno puede volverse malo y viceversa. Aprende a no juzgar y cambia tu percepción para cambiar tu suerte. Leer cuento
El elefante de circo, atado a una pequeña estaca, nos enseña cómo nuestras creencias nos limitan. La liberación está en cambiar esas creencias. Leer cuento
Un viejo campesino llevaba agua en vasijas agrietadas. La vasija dañada se sentía inútil, pero el campesino le mostró que sus grietas habían sido muy importantes. Leer cuento
Un hombre se convierte en diferentes personas poderosas, pero siempre anhela lo que no tiene. Al final, descubre que la felicidad está en cambiar uno mismo, no en cambiar circunstancias externas. Leer cuento
Un anciano Cherokee comparte una enseñanza sobre la lucha interna entre dos lobos: el miedo y el amor. ¿Cuál de los dos lobos ganará? Leer cuento
"Desciende a las profundidades de ti mismo, y logra ver tu alma buena. La felicidad la hace sólamente uno mismo con la buena conducta."
Sócrates 470 AC-399 AC. Filósofo griego.