Esa frase nos habla sobre el proceso de autoconocimiento y cómo puede afectar a nuestras vidas. Desde una perspectiva psicológica, significa que en algún momento, sin importar dónde ni cuándo, nos encontraremos con nosotros mismos, con nuestra verdadera esencia. Y ese encuentro puede producirte bienestar o ser un momento muy duro y amargo.
Nos dice que tarde o temprano nos toparemos con nuestra verdadera personalidad, con quiénes somos en realidad. Y ese cruce puede ser un momento de gran felicidad y autenticidad, donde nos aceptamos plenamente y nos sentimos en paz con nosotros mismos. Pero también puede ser una situación difícil, donde confrontamos aspectos de nosotros que tal vez no nos gusten o nos cueste aceptar.
El mensaje es que conocernos a nosotros mismos puede ser una experiencia muy enriquecedora, pero también puede ser un proceso complicado y desafiante. Dependerá de cómo enfrentemos ese encuentro y cómo nos aceptemos a nosotros mismos.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.