Esta frase quiere decir que aquellos que educan a los niños de manera adecuada merecen ser reconocidos y honrados incluso más que sus propios padres. Esto se debe a que los padres sólo les proporcionan vida, mientras que quienes educan bien a los niños les enseñan cómo vivir de manera exitosa y feliz.
Los padres te trajeron al mundo, pero son los que realmente te enseñan a desenvolverte en él. Son quienes te dan las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de la vida, cómo relacionarte con los demás, cómo tomar decisiones acertadas, cómo manejar tus emociones y construir una vida plena.
Entonces, aquellos que educan bien a los niños merecen un reconocimiento especial, porque los están guiando en el arte de vivir bien, enseñándoles valores, habilidades y conocimientos que los ayudarán a enfrentar la vida de una manera más exitosa y satisfactoria. No sólo les dieron vida, sino que les están enseñando a vivir de la mejor manera posible.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.