Esta frase sugiere que la felicidad no puede existir sin experimentar también algún grado de tristeza o dolor. Básicamente, nos dice que para valorar y apreciar realmente la felicidad, también debemos conocer la pena u otras emociones incómodas.
Quiere decir que no podemos disfrutar plenamente de los momentos felices si nunca hemos experimentado tristeza o algún tipo de sufrimiento en nuestras vidas. Cuando has pasado por malos momentos y luego, algo bueno te sucede, lo valoras mucho más.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.