Esta frase significa que cuando la televisión ofrece contenidos de calidad y entretenimiento que nos gustan, no hay nada mejor que disfrutar de ella. Nos provoca sensaciones positivas y nos hace sentir felices y satisfechos. Sin embargo, cuando la televisión presenta programas de baja calidad, aburridos o incluso dañinos, no hay nada peor que pasar tiempo frente a ella. Nos genera sentimientos negativos como aburrimiento, frustración, enojo o descontento.
La televisión puede tener un gran impacto en nuestras emociones y la forma en que disfrutamos de nuestro tiempo libre.
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Laure Conan 1845-1924. Pseudónimo de Marie-Louise-Félicité Angers. Escritora canadiense.