Esta frase explica que una persona que logra mantener un equilibrio entre extremos opuestos es considerada sobria y moderada. En otras palabras, se refiere a alguien que no se deja llevar por los excesos o los extremos en su forma de pensar, sentir o actuar.
Imagínate a alguien que no se deja llevar por la tristeza extrema ni por la euforia desmedida. Esta persona no se excede en sus emociones, sino que trata de encontrar un punto medio, una especie de equilibrio emocional. También se aplica a alguien que no es extremadamente impulsivo ni demasiado cauteloso, sino que actúa con mesura y prudencia.
El hombre que se mantiene en el justo medio, es decir, el que evita excesos y extremos, es considerado sobrio y moderado en su forma de ser y actuar.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.