Esta frase quiere decir que en el contexto del amor, no existen acciones que sean consideradas crímenes o delitos en el sentido legal, pero sí puede haber conductas o actitudes que muestren una falta de buen gusto o de respeto hacia la otra persona.
En otras palabras, no hay leyes que gobiernen el amor, pero sí hay una especie de "etiqueta" o "código de conducta" que dicta cómo debemos tratarnos mutuamente en una relación amorosa. Si alguien actúa de manera inapropiada, irrespetuosa o insensible, podría considerarse que carece de buen gusto en el amor.
Aunque no hay normas jurídicas en el amor, sí existe la responsabilidad de comportarse de manera considerada y respetuosa hacia la pareja.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.