Esta frase sugiere que vivir como ser humano implica tener metas y objetivos claros en la vida. Es como si fueras un arquero y tuvieras que elegir un blanco al que apuntar constantemente. Estos blancos podrían ser el honor, la gloria, la riqueza, la cultura o cualquier otro valor importante para ti.
La idea es que, si no te marcas una meta en la vida, si no sabes qué quieres alcanzar, entonces estás actuando de manera poco inteligente. Señala que es importante orientar tus acciones y decisiones hacia un propósito, ya que esto te proporciona dirección y sentido a tu existencia.
En resumen, esta frase nos anima a tener claridad sobre nuestras metas y objetivos en la vida, y a dirigir nuestra conducta hacia ellos, ya que no hacerlo sería un signo de estupidez.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.