Esta frase significa que es importante priorizar el cumplimiento de las leyes por encima de seguir los deseos o intereses de un individuo en particular.
Imagínate que una persona muy poderosa o influyente quiere hacer algo que va en contra de la ley, pero debido a su estatus se siente con el derecho de hacerlo. La frase nos dice que en lugar de hacerle caso a esa persona, es necesario tener en cuenta que la ley es la que rige y debe ser respetada por todos, sin importar quién seas.
Básicamente, lo que nos quiere transmitir esta frase es que no importa cuánto poder o influencia tenga alguien, la ley siempre debe ser prioridad y estar por encima de la voluntad o intereses individuales.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.