Esta frase significa que la felicidad es algo efímero y pasajero, como un sueño. Por otro lado, el dolor y la angustia son la verdadera realidad de la vida.
Viene a decir que la felicidad es como un sueño que se desvanece rápidamente, mientras que el sufrimiento y las dificultades son lo que realmente enfrentamos en nuestra vida diaria.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.