Muchas veces preferimos vivir en la ignorancia para evitar enfrentar situaciones difíciles o para mantener nuestra tranquilidad emocional. Esta frase refleja una perspectiva particular sobre la relación entre conocimiento y felicidad.
Algunas personas argumentan que, a veces, la ignorancia puede proporcionar un sentido de paz y felicidad, ya que no estar al tanto de ciertos problemas o realidades puede reducir el estrés y la ansiedad. En este sentido, la ignorancia puede ser percibida como una especie de bendición, ya que evita que las personas se vean abrumadas por la complejidad o dificultades del mundo.
Por otro lado, hay quienes sostienen que la verdad y el conocimiento son fundamentales para el crecimiento personal y el desarrollo de una sociedad informada. Argumentan que enfrentar la verdad, incluso cuando es incómoda, puede llevar a una comprensión más profunda de uno mismo y del mundo, lo que a la larga contribuye a una mayor satisfacción y bienestar.
La psicología sostiene que la verdadera felicidad radica en aceptar la realidad y buscar el crecimiento personal a pesar de las dificultades.
"El amor es fe y no ciencia."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.