Esta frase nos habla sobre la percepción de la felicidad en personas con diferentes niveles económicos. Dice que la felicidad se encuentra más en aquellos que son pobres pero sienten que tienen lo suficiente, en contraposición a los ricos que nunca sienten que tienen suficiente.
Esto significa que la felicidad no está estrictamente ligada a la cantidad de dinero que se tiene, sino a la forma en que uno percibe su situación y lo que considera como suficiente. Un pobre que se siente satisfecho con lo que tiene puede experimentar más felicidad que un rico que siempre está buscando más y nunca se siente satisfecho.
En pocas palabras, la felicidad no depende de cuánto tengas, sino de cómo te sientas con lo que tienes.
"El amor es fe y no ciencia."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.