Esta frase puede interpretarse de la siguiente manera: Lo interesante de Dios es que, a pesar de ser tan poderoso, también muestra una debilidad. Si pensamos en su omnipotencia, podría parecer que no tiene debilidades, ¿verdad? Sin embargo, lo curioso es que esta debilidad surge precisamente de su gran poder. Parece contradictorio, pero es algo que podemos comprender.
Básicamente, se está planteando que la paradoja de la debilidad de Dios proviene de su omnipotencia. Es decir, su fortaleza absoluta también lo lleva a experimentar vulnerabilidad en ciertas circunstancias.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.