La frase significa que se espera que la sociedad se encargue de asegurar la felicidad de todas las personas. Sin embargo, es importante entender que esto es una expectativa irrealista. La sociedad no puede hacer feliz a todos en todo momento, ya que cada individuo tiene necesidades y deseos diferentes. La felicidad es subjetiva y depende de muchos factores personales y situacionales. Entonces, no es justo esperar que la sociedad sea responsable de hacer felices a todos. En cambio, es importante que cada persona tome responsabilidad de su propia felicidad, buscando lo que le hace feliz y tomando acciones que favorezcan su bienestar emocional.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.