Esta frase significa que lo único que podemos considerar verdadero es lo que ocurre en la realidad. En otras palabras, no podemos basarnos en suposiciones, ilusiones o imaginaciones para determinar la verdad. La realidad es lo tangible, lo que podemos ver, oír, tocar y comprobar de manera objetiva.
Esto implica que no debemos dejarnos llevar por nuestras percepciones distorsionadas, deseos, creencias o interpretaciones subjetivas. Es importante aceptar y enfrentar la realidad tal y como se presenta, sin tratar de escapar o negarla.
Esta frase nos invita a ser objetivos y realistas, reconociendo que la única verdad confiable es lo que sucede en el mundo real.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.