Esta frase significa que lo que tiene alma se diferencia de lo que no la tiene porque lo que tiene alma está vivo. Es decir, los seres humanos y otros seres animados tienen un alma, lo cual implica que tienen vida y conciencia. Por otro lado, los objetos inanimados como los muebles o los objetos artificiales no tienen alma y, por lo tanto, no están vivos.
Es una forma de decir que lo que está vivo y tiene alma tiene una esencia vital y una capacidad de experimentar emociones y pensamientos, mientras que lo que no tiene alma no tiene vida en el sentido biológico y carece de estas características.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.