Esta frase expresa que aquellas personas que se sienten infelices tienden a ser egoístas, injustas, crueles y les cuesta entender las perspectivas de los demás. Además, se dice que los infelices no tienen la capacidad de unir a las personas, sino que más bien las separan.
En otras palabras, la infelicidad puede llevar a comportamientos negativos hacia los demás, como pensar sólo en uno mismo, comportarse de manera injusta o cruel, y tener dificultades para empatizar y comprender las necesidades y emociones de los demás. Estas actitudes y conductas pueden generar conflictos y alejar a las personas en lugar de acercarlas y fortalecer las relaciones.
Es importante tener en cuenta que esta afirmación está hablando en términos generales, y no significa que todas las personas infelices sean egoístas, injustas o incapaces de comprender a los demás. Cada individuo es único y puede responder de manera diferente a la infelicidad.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.