Esta frase significa que el amor y las oportunidades a menudo aparecen de forma inesperada en la vida. Es como plantar una semilla que crece en la casualidad, al estar en el lugar adecuado en el momento perfecto.
La expresión "tener siempre dispuesto el anzuelo" se refiere a estar preparados y abiertos a las posibilidades, como si estuviéramos pescando. Debemos estar atentos y dispuestos a aprovechar las oportunidades que se nos presenten, aunque parezcan improbables.
El mensaje final de la frase es que a veces encontraremos cosas positivas en lugares inesperados. Por lo tanto, es importante mantener una actitud receptiva y estar dispuestos a explorar nuevas experiencias y situaciones, ya que podríamos encontrar algo valioso allí.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.