Esta frase nos dice que nunca podemos estar seguros al 100% de tener toda la verdad, ni tampoco podemos estar completamente alejados de ella. Es decir, siempre hay algún grado de incertidumbre en nuestra percepción y comprensión de la realidad.
Imagina que estás en una habitación con la luz apagada. Nunca podrás ver todo lo que hay en la habitación de forma completa y exacta. Siempre habrá rincones oscuros o detalles que se te escapan. Pero tampoco estás completamente alejado de la verdad, ya que en algún momento puedes encender la luz o utilizar alguna otra fuente de iluminación para tener una visión más clara.
En resumen, la frase nos enseña que la verdad es algo que siempre está en un punto intermedio, nunca totalmente alcanzable pero tampoco completamente inalcanzable.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.