Esta frase significa que a veces, para ser amado profundamente y de manera genuina, es necesario pasar por experiencias dolorosas o difíciles. Esto se debe a que las adversidades y los obstáculos que enfrentamos en la vida pueden mostrarnos vulnerables, auténticos y humanos, lo cual puede generar conexiones emocionales más fuertes con los demás.
Puede interpretarse que el sufrimiento puede ser una especie de prueba que nos permite conectar con los demás en un nivel más profundo y sincero. Sin embargo, vale la pena recordar que esto no significa que debamos buscar activamente el sufrimiento, sino más bien reconocer que ser amado de corazón puede requerir superar momentos difíciles y mostrar nuestra verdadera esencia a los demás.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.