Esta frase significa que cuando experimentamos sentimientos intensos tanto de amor como de odio hacia una persona o situación, al final el amor es el que prevalece y tiene más peso en nuestra mentalidad y emociones.
El amor tiene más fuerza interna, más poder para influir en cómo nos sentimos y cómo nos relacionamos con los demás. Aunque el odio pueda ser intenso en determinados momentos, es el amor el que tiene más capacidad para sanar heridas, perdonar y buscar la reconciliación.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.