Esta frase expresa una profunda dependencia emocional hacia alguien en comparación con la figura de Dios.
Significa que la persona siente un gran vacío o falta en su vida, y considera que Dios era esa carencia fundamental hasta que encontró a esta otra persona. Ahora, esa persona se ha vuelto aún más importante y necesaria que Dios en su vida.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.