Esta frase significa básicamente que el sistema en el que vivimos fomenta el egoísmo y esto lleva a que los gobernantes prioricen su propio éxito y beneficio personal por encima de su responsabilidad social o del bienestar de la sociedad en su conjunto.
En otras palabras, el sistema actual hace que los gobernantes se centren más en su propio éxito, poder y riqueza, olvidándose de su deber de velar por el bienestar y las necesidades de las personas a las que representan.
Esto puede generar situaciones en las que los gobernantes tomen decisiones basadas en sus propios intereses o en los de sus allegados, descuidando las necesidades reales de la sociedad y generando desigualdades sociales.
"El amor es fe y no ciencia."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.