La expresión “Éramos pocos y parió mi abuela” se usa de forma irónica para señalar que, cuando la situación ya estaba bastante complicada o había suficientes problemas, aparece otro obstáculo inesperado que lo empeora todo. La escena imaginaria es exagerada: una familia que ya se siente numerosa o desbordada y, de pronto, la propia abuela (quien se supone que hace tiempo dejó de tener hijos) da a luz, aumentando aún más el caos. Así, la frase transmite la sensación de “ya teníamos bastante y ahora surge algo más”.
En la vida cotidiana se dice, por ejemplo, cuando después de un día lleno de contratiempos se presenta un problema adicional: se te avería el coche, llegas tarde al trabajo y, para colmo, descubres que olvidaste la cartera. La expresión combina humor y queja; sirve para desahogarse y, al mismo tiempo, restar dramatismo recordando que a veces la realidad supera cualquier previsión.
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Laure Conan 1845-1924. Pseudónimo de Marie-Louise-Félicité Angers. Escritora canadiense.