Esta frase quiere decir que considerar la economía como el aspecto más importante de la vida es perjudicial, como una enfermedad mortal. Esto se debe a que buscar un crecimiento económico constante e ilimitado no es compatible con un mundo que tiene recursos limitados.
Si estuvieras obsesionado con el dinero y el crecimiento económico, esto podría consumir tu vida y hacer que te olvidaras de otras cosas importantes, como la felicidad, las relaciones personales y el cuidado del medio ambiente. Además, si todo el mundo busca un crecimiento infinito, podríamos agotar los recursos naturales necesarios para sobrevivir en este planeta.
La economía puede ser una enfermedad mortal porque, si no encontramos un equilibrio entre el crecimiento económico y la sostenibilidad de nuestro entorno, podríamos acabar dañando gravemente nuestro propio hábitat y, en última instancia, nuestra propia existencia.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.