Esta frase podría interpretarse de la siguiente manera: lo mejor es enfrentar la muerte sin aferrarse a la vida ni tampoco haber desperdiciado todas las oportunidades. Es decir, es importante encontrar un equilibrio entre vivir plenamente y aceptar la inevitable llegada de la muerte. Como si estuvieras en una fiesta, lo ideal es disfrutar el momento, pero sin excesos ni arrepentimientos.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.