Esta frase significa básicamente que las palabras no son tan convincentes o confiables como las acciones.
Si alguien te promete algo pero nunca lo cumple, es natural que empieces a tener dudas sobre su honestidad o intenciones. Por otro lado, si esa misma persona demuestra con hechos concretos que está comprometida y sigue adelante con lo que dice, entonces te resultaría más fácil confiar en ella. Las acciones hablan más que las palabras cuando se trata de generar confianza.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.