Esta frase nos dice que el amor no es simplemente un sentimiento o una emoción abstracta, sino más bien una serie de acciones y actitudes que demuestran ese amor. Para demostrar nuestro amor a alguien que amamos, la mejor prueba que podemos dar es permitirle vivir su vida en libertad.
Esto significa que no debemos tratar de controlar o manipular a la persona que amamos, sino más bien respetar sus decisiones, permitirle tener su espacio y apoyar sus metas y sueños. Es decir, dejar que sea quien realmente es, sin intentar cambiarlo o limitarlo.
Esta frase nos invita a comprender que el verdadero amor implica dejar de lado nuestras propias necesidades y deseos egoístas, y en cambio, permitir que la otra persona sea dueña de su propia vida y tome sus propias decisiones.
"El amor es fe y no ciencia."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.