Desde una perspectiva psicológica, esta frase se refiere a la tendencia de las personas en la actualidad a sentir una gran fascinación por comprar y consumir, pero a la vez tener muy poca conexión emocional con las cosas que adquieren. Esto se explica en parte por el sistema de consumo en el que vivimos, que nos bombardea constantemente con publicidad y nos hace creer que la felicidad está en tener más cosas. Como resultado, compramos constantemente para satisfacer ese deseo de tener más y experimentar cierta emoción gratificante en ese momento. Sin embargo, esta emoción es efímera y pasajera, por lo que rápidamente perdemos el interés en lo que hemos comprado y buscamos la próxima novedad. Esto puede influir en la falta de apego o aprecio por las cosas materiales, ya que estamos constantemente buscando la siguiente novedad que nos haga sentir bien.
"El amor es fe y no ciencia."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.