Cuando decimos que alguien se aferra a su parecer, estamos hablando de que esa persona tiene una opinión o creencia y la defiende con firmeza, pero no necesariamente porque sea verdadera o respaldada por evidencia, sino más bien porque es suya. En otras palabras, se sostienen en su punto de vista simplemente porque es lo que ellos piensan, sin importar si es objetivo o no. Pueden ser tercos o inflexibles al aceptar otras perspectivas, ya que consideran que su manera de pensar es la única correcta.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.