Esta frase nos dice que lo más importante es cómo actuamos y cómo nos comportamos en lugar de nuestros pensamientos o emociones. En otras palabras, lo que realmente define quiénes somos es cómo nos comportamos en nuestra vida diaria, cómo interactuamos con los demás y cómo tomamos decisiones.
No importa lo que pensemos o sintamos en nuestro interior si nuestras acciones no reflejan esos pensamientos o emociones. Por ejemplo, si alguien dice que se preocupa por el medio ambiente pero no hace nada al respecto, realmente no está siendo coherente con sus pensamientos.
Así que, básicamente, lo que está diciendo esta frase es que nuestras acciones son las que nos definen como individuos. No basta con tener buenos pensamientos o sentimientos, sino que debemos llevarlos a la práctica y actuar de acuerdo con lo que realmente queremos ser.
"El amor es fe y no ciencia."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.