Esta frase nos habla sobre la importancia de la moral y la ética personal de un líder en comparación con la existencia de leyes justas. Para entenderlo más claramente, imagina que un estado es como un equipo de fútbol y el líder es como el capitán del equipo.
El "hombre bueno" se refiere a alguien con cualidades positivas como honestidad, empatía, justicia, responsabilidad y respeto hacia los demás. Si este líder tiene estas cualidades y las pone en práctica, es probable que tomen mejores decisiones y actúen en beneficio de todos los ciudadanos.
Por otro lado, las "buenas leyes" son reglas y normas que se crean para mantener el orden y la igualdad en una sociedad. Estas leyes son importantes, pero la frase nos dice que puede ser más efectivo tener un líder moralmente bueno que asegure la aplicación justa de esas leyes.
Imagínate un capitán de equipo de fútbol. Puedes tener un buen conjunto de reglas para el equipo, pero si el capitán es alguien egoísta, deshonesto o que favorece a unos jugadores sobre otros, puede perjudicar al equipo y causar problemas.
Así que, en resumen, la frase nos dice que es más valioso tener un líder éticamente bueno, que tenga los mejores intereses de todos en mente, en lugar de simplemente tener buenas leyes. Porque un líder virtuoso puede tomar decisiones justas y hacer que las leyes se cumplan correctamente para el beneficio de todos.
"Da un poco de amor a un niño y ganarás un corazón."
John Ruskin 1819-1900. Crítico y escritor británico.