Un niño de la india fue enviado a estudiar a un colegio de otro país. Pasaron algunas semanas, y un día el jovencito se enteró de que en el colegio había otro niño indio y se sintió feliz. Indagó sobre ese niño y supo que el niño era del mismo pueblo que él y experimentó un gran contento.
Más adelante le llegaron noticias de que el niño tenía su misma edad y tuvo una enorme satisfacción. Pasaron unas semanas más y comprobó finalmente que el niño era como él y tenía su mismo nombre.
Entonces, a decir verdad, su felicidad fue inconmensurable. No hay mayor gozo en este mundo que el de conocerse a uno mismo.
Conocerse a uno mismo sustenta el paso hacia la felicidad y el bienestar. Conócete a ti mismo y te reconocerás en todo.
"La verdadera felicidad consiste en hacer el bien."
Aristóteles 384 AC-322 AC. Filósofo griego.