Laura era una joven artista que vivía en una ciudad dominada por imponentes rascacielos y calles bulliciosas. Su sonrisa radiante y sus ropas multicolores, siempre salpicadas de pintura, eran un reflejo de su espíritu creativo. Desde pequeña, soñaba con pintar grandes murales que dieran vida a los grises edificios de su ciudad, pero el miedo al fracaso y a las críticas la paralizaban.
Un día, mientras admiraba un enorme mural creado por un famoso artista callejero conocido como Dimas, Laura sintió que era el momento de superar sus temores y lanzarse a pintar. Armada con sus utensilios, caminó por la ciudad en busca de una pared en blanco que pudiera transformar, pero todas las que encontraba ya estaban cubiertas de arte.
Tras horas de búsqueda, llegó a una vieja panadería que parecía resistir al paso del tiempo, un edificio de dos plantas con una pared que, para su sorpresa, estaba sin pintar. Sin embargo, aquella pared no era perfecta: tenía agujeros, trozos de yeso caídos que dejaban al descubierto el ladrillo, y bultos cuya procedencia Laura no lograba entender.
Mientras Laura examinaba la pared, el panadero salió a su encuentro.
—¿Te gustaría decorar esa pared? —le preguntó con una sonrisa.
—Disculpe, no quería molestarle —respondió Laura, algo nerviosa—. Sólo la estaba mirando, no tenía intención de pintarla sin permiso.
—Soy Bruno, el panadero. Si quieres pintar esa pared, es toda tuya. Muchos artistas la han observado, pero ninguno se ha atrevido.
—Es que… —Laura vaciló, sin saber cómo expresar sus dudas. Pero Bruno, leyendo sus pensamientos, continuó.
—Lo sé, está hecha un desastre. Podría repararla, pero entonces sería una pared más, como cualquier otra. ¿Por qué no aprovechar sus imperfecciones?
—¿Aprovechar los desperfectos? —preguntó Laura, intrigada.
—Exacto. —dijo Bruno—. Las cosas viejas, defectuosas o fuera de lo común también merecen ser hermosas, ¿no crees? Después de todo, eres una artista.
—¿Y si no queda bien? —inquirió Laura, aún insegura.
—Lo único que sé es lo que pasará si no haces nada: se quedará como está. Y tú te quedarás con la duda de lo que pudo ser. ¿Vas a dejar que el miedo a que no quede tan perfecto como los murales de Dimas te detenga?
Laura volvió a mirar la pared. Poco a poco, empezó a ver en esos desperfectos una oportunidad, una forma de crear algo único.
Con decisión, tomó sus pinceles y comenzó a pintar. Los transeúntes se detenían a observarla. Algunos la miraban con lástima, otros con escepticismo, pero Dimas y Bruno veían más allá: reconocían en su trabajo el nacimiento de algo extraordinario.
Cuando finalmente terminó, su mural no sólo atrajo la atención de los vecinos, sino que todos los periódicos de la ciudad destacaron su originalidad y audacia. Laura, antes una desconocida, fue aclamada como una de las artistas más prometedoras de la ciudad. Recibió encargos de todo el país y, por fin, pudo vivir de su arte.
—Te debo una, Bruno —dijo Laura, agradecida.
—Estamos en paz, muchacha —respondió él—. ¿Sabes cómo ha crecido mi clientela desde que empezaste a pintar esa pared?
—Lo que yo te debo no se paga con dinero —dijo Laura, conmovida.
—Sentirme parte de tu éxito es suficiente para mí, chiquilla —dijo Bruno con una sonrisa—. ¡No te olvides de mencionarme cuando cuentes tu historia!
—Así lo haré, te lo aseguro —respondió Laura, con la promesa firme en su corazón.
Un rey poderoso se enfrenta a un inquietante sueño. Dos consejeros interpretan su visión de manera opuesta, mostrando la importancia de la forma de comunicar. Leer cuento
P47-52, un robot especial con inteligencia artificial, desafía sus límites al querer tocar el violín. Descubre si logra su sueño en esta cautivadora historia. Leer cuento
Un montañero obsesionado con llegar a la cima del Aconcagua cae por un precipicio. Pide ayuda a Dios y escucha una sugerencia inesperada. Leer cuento
Descubre cómo una hormiga supera la adversidad para alcanzar sus sueños de emprendimiento, inspirada por un águila que la anima a perseverar. Leer cuento
Un hombre rico busca garantizar la felicidad y el éxito de su familia consultando a un maestro zen. ¿Qué legado le dirá? Descúbrelo... Leer cuento
Descubre este cuento chino de Yi Zhi, maestro de la caligrafía en la antigua China, y la lección de las tinajas que enseñó a su hijo sobre la excelencia en el arte. Leer cuento
La chef rana Renata y el sapo Sopón se enfrentan por diferencias culinarias, pero aprenden que la paz y la comprensión son la mejor solución. Leer cuento
Un criado sorprende a su amo iracundo con una respuesta inesperada, enseñándole a controlar su temperamento. Leer cuento
Un estudiante cuestiona el propósito de leer si olvida lo aprendido. El maestro le enseña mediante un tamiz que la lectura enriquece la mente y el espíritu. Leer cuento
Luna comparte su brillo y magia con el mundo, quedando vacía para ayudar a los demás a brillar. Una historia de generosidad y amistad eterna. Leer cuento
"Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros."
Adolfo Bioy Casares 1914-1999. Escritor argentino.