Esta frase significa que cuando somos jóvenes, el amor puede ser algo tonto o ilógico. A los veinte años, estamos llenos de emociones intensas y a veces tomamos decisiones impulsivas en nombre del amor. Sin embargo, a medida que envejecemos y adquirimos más experiencia de vida, nos damos cuenta de que el amor puede volverse completamente loco. A los sesenta años, hemos pasado por diferentes etapas y entendemos que el amor puede ser complicado y desafiante. Es como si el amor se volviera realmente desquiciado en ese momento.
La frase nos muestra que nuestras percepciones y experiencias con el amor cambian a lo largo de nuestra vida.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.