Cuando no podemos cambiar la situación, estamos desafiados a cambiarnos a nosotros mismos. Viktor E. Frankl.
Cambiar es inevitable, nunca nos bañamos en el mismo río porque el agua está en continuo movimiento y nosotros evolucionamos. Ni nosotros ni el río somos los mismos al entrar y al salir. Son variaciones pequeñas, casi imperceptibles, pero...¿Qué pasa con los grandes cambios?
En estos grandes cambios hay miedo a eso que es nuevo para nosotros y es importante que esa incertidumbre la acompañemos con pensamientos de esperanza, abriendo un espacio a que algo maravilloso puede ocurrir.
A veces son cambios buscados, otros pueden parecer "obligados", en ambos casos significa avanzar hacia algo distinto a lo que tenemos...si estamos en un momento desagradable podemos ir a un estado emocional mejor y si estamos en una época dulce, el cambio puede ofrecernos una mayor oportunidad.
¿Cómo saber cuándo hay que cambiar?
La respuesta es muy íntima y personal, pero aquí os dejo la reflexión del gran Steve Jobs por su pudiera serviros:"En los últimos 33 años, me he mirado al espejo cada mañana y me he preguntado: ¿Si hoy fuese tu último día de vida, querrías hacer lo que vas a hacer hoy? Y si la respuesta ha sido “no” durante demasiado tiempo, sé que necesito algún cambio".
Como bien dice Frank Herbert "Sin cambio, algo duerme dentro de nosotros y el que duerme debe despertar". Cambiar es mejorar, crecer, avanzar, aprender, renovarse, rejuvenecer y darse una oportunidad.
Aún así hay veces que los cambios parecen superarnos y quizá algunas claves pueden sernos de utilidad. En el próximo artículo hablaremos sobre ellas mientras tanto...
Cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión. ¿Usted qué hace?John Maynard Keynes.