"El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas. William Arthur Ward".
¿Qué tal si ajustamos las velas del cambio con estas claves?
1. Consciencia .
El cambio tiene lugar en el presente o en un momento próximo, por tanto es esencial que nuestra mente esté centrada en aquello que está pasando. Siempre se es esclavo de las cosas de las que no somos conscientes, porque están ocultas.
Todo cambio es una oportunidad para elevar nuestro estado de presencia, supone hacer un balance de aquello que no funciona, poder reemplazarlo o desocuparlo para dejar espacio mental e ir más liviano.
2. Responsabilízate
Sea un cambio elegido o forzado eres responsable de él. Hacerse responsable implica saber que eres el dueño de tu vida y de tus elecciones. Sea cual sea la circunstancia, tú decides qué hacer con eso que te está pasando. Y eso es hacerse cargo de lo que piensas, de lo que dices y por ende, de tus actos. Ante una situación dada, tú siempre eliges la actitud.
Es un compromiso que aleja la queja y el victimismo: no hay culpas ni culpables porque es la búsqueda de respuestas a qué puedo hacer con esto me pasa. También es ver con objetividad aquello que sucede y desde ahí buscar soluciones. Es estar en el presente para hacer que pase en el futuro algo distinto y no quedarse en el pasado anclado en la queja, porque ahí no hay cambio.
Debes tomar responsabilidad personal. No puedes cambiar las circunstancias, las estaciones o el viento, pero puedes cambiarte a ti mismo. Es algo de lo que estás a cargo. Jim Rohn.
3. Hazte mejores preguntas
En lugar de preguntarte por qué te suceden las mismas cosas, pregúntate para qué eliges siempre los mismos caminos.
Hacerse buenas preguntas supone obtener mejores respuestas. La mente responde siempre, entonces hacernos ciertas preguntas nos llevarán a un nivel de conciencia superior y las respuestas serán más productivas.
Deja de preguntar el por qué de todo, pues ancla a un pasado que no permite avanzar. El por qué sólo responde al victimismo y su mejor respuesta será la queja.
Algunas preguntas para evolucionar son: Para qué, cómo, qué aprendo, a dónde, con quién, qué opciones...preguntas abiertas para que la mente juegue con su mejor baza: la creatividad.
4. Dejar ir, soltar
"Debemos estar dispuestos a dejar ir la vida que planeamos para tener la vida que nos está esperando". Joseph Campbell.
Dejar ir significa decir gracias por lo que fuimos y tuvimos para abrirnos a ser mejores y recibir otras cosas. Es imprescindible soltar lo viejo para que entren nuevos regalos en nuestra vida. Además, es importante dejar las expectativas de cómo quiero que sean las cosas...planear sí, pero dejando la necesidad de que tiene que ser de una determinada forma. La más preferible es la que funcione, deja que la vida te sorprenda con la mejor opción y dale espacio para que eso pueda suceder.
5. Aceptar
"Cualquier cambio, incluso un cambio para mejor, siempre está acompañado de inconvenientes e incomodidades". Arnold Bennett.
Aceptar el miedo, la incertidumbre, la melancolía, la ira...es permitirse sentir lo que siento sin juzgarlo. Esto significa darse cuenta de que está ahí y mirarlo con una mente de principiante: dónde siento esa emoción, en qué lugar del cuerpo se aloja, tiene una forma, es quizá un objeto, de qué color, qué intensidad...
Sentir con plenitud estas emociones, nos permite experimentarlas para liberarnos y caminar ligeros. Estas emociones son necesarias para el cambio, a veces pueden resultar incómodas pero son la alarma para que no nos durmamos, para que despertemos y sigamos adelante. Agradece esta incomodidad y acéptala porque es la que está permitiendo tu crecimiento.
6. Ponte en marcha...ACCIÓN.
El cambio es una escalera y cada escalón es el lugar perfecto para pensar: ¿Cuál es el siguiente paso?
El cambio comienza cuando ves el siguiente paso y lo das. Adelante...TÚ PUEDES.
"Mejorar es cambiar; así que para ser perfecto hay que haber cambiado a menudo. Winston Churchill.