Había una vez un viajero errante que, tras días de caminar sin descanso, llegó a un pequeño pueblo perdido entre colinas. Exhausto y hambriento, golpeó puertas buscando algo para comer, pero la gente del lugar era reacia a compartir con un extraño.
Ante la negativa, el viajero sonrió con calidez y dijo que podía hacer una sopa deliciosa con una piedra mágica que llevaba consigo. Intrigados por la extraña propuesta, los aldeanos permitieron al viajero preparar su sopa de piedra. Llenó una olla con agua y la colocó sobre el fuego, mientras la comunidad observaba con escepticismo.
Con gran teatralidad, sacó una piedra lisa y la sumergió en el agua hirviendo. Mientras esperaba, comentaba sobre la deliciosa sopa que estaba a punto de cocinar. Los aldeanos, curiosos, empezaron a aportar ingredientes: zanahorias frescas, papas tiernas, cebollas aromáticas.
El aroma tentador se apoderó del aire, y la comunidad, olvidando sus reticencias iniciales, comenzó a colaborar con entusiasmo, añadiendo más y más ingredientes a la olla burbujeante. El viajero probó la sopa y exclamó que estaba casi perfecta, pero le faltaba un toque especial. Uno a uno, los aldeanos ofrecieron especias y hierbas de sus propios hogares, contribuyendo con generosidad.
La sopa, gracias a la colaboración de todos, se volvió exquisita, y el viajero retiró la piedra con una sonrisa agradecida. Con una expresión de asombro y gratitud, los aldeanos compartieron la sopa entre sí, saboreando el fruto de su trabajo conjunto. La lección quedó grabada en sus corazones: la verdadera magia estaba en la colaboración y la generosidad.
El viajero se despidió agradecido, dejando tras de sí un pueblo más unido y comprensivo. La lección de la sopa de piedra se extendió por generaciones, recordando a todos que cuando se comparte y colabora, incluso una simple piedra puede convertirse en algo maravilloso. Y así, el pequeño pueblo aprendió que la verdadera riqueza no se encuentra en lo que se posee, sino en la capacidad de compartir y contribuir juntos.
"El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo."
Francisco de Quevedo 1580-1645. Francisco de Quevedo y Villengas. Escritor español.