"Creemos demasiado en las creencias porque es más cómodo no cuestionarnos a nosotros mismos". Walter Riso.
El cine, la literatura y la sociedad en general, en algunas ocasiones nos dan referencias de relaciones tóxicas que se entregan como románticas, mediante mensajes subliminales:
"Para toda la vida", "hasta que la muerte nos separe", "pase lo que pase", "si duele es amor", "el amor todo lo puede", "te amo si", "las relaciones reñidas son las más queridas", "mi felicidad depende de si alguien me hace feliz", "el amor es cuestión de suerte" ...¿Te parece si analizamos unas cuantas creencias que nos venden bajo el nombre del AMOR?
1. Nos hacen creer que las relaciones se fortalecen y crecen con grandes peleas y reconciliaciones, por lo tanto el amor hay que sufrirlo para después finalmente ganarlo para siempre.
¡Cuidado! Es un patrón peligroso de relacionarse aunque parezca que enciende la pasión.
2. Muchas veces juegan sus cartas "al amor para toda la vida", proporcionándonos una visión de que hay que soportar y aguantar cualquier cosa, porque si se acaba hay algo malo en nosotros y estamos fracasando. Normalizar que el amor puede tener un fin es un buen comienzo para que en ocasiones te permitas salir de una relación que no te mereces e ir hacia la vida que quieres.
3. Si la persona que está tu lado está dudando y tiene que elegir entre tú y otra persona, no seas una opción. Las películas y el género literario muestran las dudas de los protagonistas y la futura elección como una ganancia para el elegido, te invitamos a que no participes porque no es el mejor juego para tu autoestima.
4. Y qué decir de la idea de que si amas demasiado y te dejan, ese vacío es infinito e imposible de llenar con otra persona. Qué tal si nos damos cuenta de que lo parece ser un vacío es en realidad un espacio donde se pueden crear nuevas ilusiones. Nadie es imprescindible.
5. ¿Crees que el amor es cuestión de suerte? ¿Hay que tener suerte para que tengas a tu lado a alguien maravilloso?
Esta creencia está muy extendida y nos empequeñece porque nos pone en una posición victimizada: ¡El amor te toca, no depende de ti!. Cuando en realidad el amor se ELIGE.
¿Por qué tenemos esa sensación de que no depende de nosotros? Por la simple razón de que elegimos de forma inconsciente y no lo hacemos conscientemente. Eligen los patrones y creencias que tengo sobre mí, sobre la vida y sobre el amor. Por ese motivo si tengo creencias de que merezco ser amado y que me merezco que me traten bien, me fijaré en personas que cumplan con esos criterios. Las creencias actúan como filtros que se quedan con aquello que se cree.
6. Otra visión de los medios es que la felicidad depende de que alguien me dé felicidad. Por suerte o por desgracia, el camino a la felicidad depende de uno mismo. Depende de las gafas con las que miremos la vida. Los demás acompañan y pueden ser como mecheros que encienden la llama de la felicidad en tu interior.
7. El broche final es el BESO, todo se resuelve con un beso, es así de fácil en las películas. Sin embargo en la vida real hay que acompañar el beso con compromiso, paciencia, respeto y dedicación.
"Sigue a tu corazón pero lleva contigo a tu cerebro". Alfred Adler.