Hace unos meses volví a ver esta película y algo que me sorprendió es que no recordaba el tipo de lenguaje, a veces un tanto duro y rudo que emplea. Eso nos ayuda a meternos más en el escenario de la película y nos traslada la cruel realidad que se destila en una época en la que los mineros, empezaron la difícil lucha de una huelga para reivindicar sus derechos.
Película estrenada en el año 2000 pero ambientada en la Inglaterra de los años 84-85, narra la historia de un niño de once años, llamado Billy que vive con su padre, su abuela y su hermano. El padre y el hermano se hallan envueltos en la huelga del carbón, que los sume en momentos de escasez y grandes presiones psicológicas que se debaten entre sus derechos y la economía tan deficitaria que los aborda.
Billy está apuntado a clases de boxeo, para cumplir los anhelos de su padre, algo que no le motiva en absoluto, pero gracias a estas clases un día descubre la disciplina del ballet en la que sólo hay niñas y la profesora, al verlo maravillado, lo invita a entrar. La señora Wilkinson, descubre su talento como bailarín y trabaja con él a escondidas, potenciándolo para que deje a un lado las tradiciones de que el ballet es cosa de chicas y se lance a conseguir sus sueños.
Tanto su familia como vecinos consideran que el ballet es un arte para el género femenino y si eres chico lo ligan a la homosexualidad. Son años en los que ser homosexual está mal visto, por lo que su sueño es tachado de VERGONZOSO.
La señora wilkinson, como instructora de danza lo recomienda y lo inscribe en una prueba para que tenga la oportunidad de estudiar a nivel profesional y finalmente su padre, deja sus creencias e incluso sus derechos como trabajador para que su hijo sea feliz, a pesar de no entenderlo. Aquí vemos como el amor incondicional de un padre es más fuerte que sus convicciones limitantes.
Esta película nos enseña la importancia que tiene encontrar aquello que nos apasiona para ser feliz, el no rendirse y perseguir esos sueños para que un día se materialicen en aquello que nos llena.
Por otro lado, Billy con sus pies muestra todos sus estados emocionales y gracias al baile consigue transformar su estado mental más angustioso en algo bello. Es un momento mágico cuando el jurado le pregunta qué siente cuando baila y él transmite que siente electricidad y fuego por dentro que lo impulsa y al mismo tiempo lo hace libre.
Me encanta la amistad de Billy con su amigo gay porque nos muestra como un niño de 11 años, deja a un lado los estereotipos que le marca la sociedad y la familia, para ver a la persona que se esconde más allá de la condición sexual y entiende su vida como una oportunidad para SER FELIZ, haciendo lo que más ama.
Me enternece la figura de la abuela, a la que tanto cuida Billy, quien en medio de una aparente locura nos regala la lucidez de compartir las ambiciones de su nieto. Y me emociona la madre de Billy ausente físicamente, y sin embargo tan presente, al ser el apoyo incondicional del protagonista para dar rienda suelta a sus aspiraciones.
Comparto mi reflexión personal de lo que es la PASIÓN que nace de las inspiradoras escenas de Billy Elliot…PASIÓN es aquello que te impulsa y te hace libre para SER y acompaño su bella forma de expresar con palabras su PARA QUÉ:
- "No sé... Me siento muy bien. Al principio estoy agarrotado, pero cuando empiezo a moverme lo olvido todo. y... es como si desapareciera, como si desapareciera y todo mi cuerpo cambiara. Como si tuviera fuego dentro y me veo volando, como un pájaro. Siento como electricidad. Sí, como electricidad."
"La verdadera felicidad consiste en hacer el bien."
Aristóteles 384 AC-322 AC. Filósofo griego.