APRENDE A GESTIONAR LAS CRÍTICAS: DIFERENCIA ENTRE HECHOS Y OPINIONES

A veces dejamos de hacer lo que nos gusta o comenzamos a dudar de nosotros mismos sólo porque alguien emite una opinión que suena a verdad. Sin embargo, no todo lo que los demás dicen sobre nosotros es cierto.
Y, sobre todo, no todo lo que escuchamos merece quedarse con nosotros.

¿Qué podemos hacer para que las críticas ajenas no nos hagan sentir mal y, en cambio, nos ayuden a fortalecer nuestra autoestima? Un recurso muy útil consiste en aprender a distinguir entre hechos y opiniones.

Empecemos con una breve historia:

Luis pasaba cada día frente al mismo banco del parque. Era de madera, sencillo, y le gustaba sentarse allí a leer al sol.
Un lunes, alguien había escrito con marcador en el respaldo:
"Este banco es feo. Nadie debería sentarse aquí."
Luis se detuvo, incómodo. Dudó. Miró a su alrededor, como si alguien lo observara. Por primera vez en años, no se sentó.

Al día siguiente volvió. El banco seguía en el mismo lugar. La pintada también.
Pero ahora, junto al mensaje, alguien había tachado una parte y escrito al lado:
"Eso es sólo tu opinión. El banco sigue siendo útil."

Luis sonrió. Se sentó. Leyó como de costumbre.
Ese día comprendió que el banco no había cambiado. Lo único que había cambiado era lo que alguien opinaba sobre él. Y que si dejaba de sentarse por eso, estaría viviendo según la mirada de otra persona.

¿Cómo distinguir entre hechos y opiniones?

Un hecho es algo objetivo que puede comprobarse:

"Luis se sienta todos los días en ese banco."

"El banco está hecho de madera."

Una opinión es una creencia o juicio personal:

"Ese banco es feo."

"Sentarse ahí es ridículo."

Saber diferenciar entre ambos es clave para proteger nuestra autoestima.

¿Cómo aplicar esto en la vida real?

Cuando alguien te critique, pregúntate:
¿Esto es un hecho o una opinión?

Por ejemplo:

"Eres un desastre." ? Opinión.

"Hoy olvidaste enviar el informe." ? Hecho.

Después, recuerda tus propios hechos. Haz una lista de aspectos objetivos sobre ti, como por ejemplo:

Me esfuerzo en lo que hago.

He superado momentos difíciles.

Sé escuchar.

Soy una buena persona.

Soy capaz.

Una crítica puede doler, pero si aprendes a ver que, en muchos casos, no se trata de un hecho sino de la opinión de alguien que habla desde sus propias creencias, puedes transformar ese comentario en una oportunidad para reforzar tu propia valoración. Ten en cuenta lo siguiente:

- No todo lo que los demás dicen sobre ti es cierto.
- Cada persona tiene gustos, opiniones y percepciones distintas.
- Podemos elegir qué creer sobre nosotros mismos. 

Recordar esto es clave para proteger nuestra autoestima frente a críticas que pueden ser injustas o dañinas:

No eres lo que otros dicen de ti. Eres lo que eliges ser cada día.