Una estrella recién nacida sostuvo con delicadeza entre sus luminosas manos a una luciérnaga que revoloteaba en el amplio jardín nocturno.
- Eres tan diminuta -susurró la estrella- y tu brillo tan sutil.
La luciérnaga se posó sobre una hoja de ciruelo, inclinando la cabeza para ocultar su pesar:
- Eres tan resplandeciente -murmuró con voz tenue- y añadió: ... y sin embargo, mi querida hermana, tan ciega. ¿Pertenece el tamaño de las cosas al dominio del espacio o al de la esencia? No importa cuán grande seas tú o cuán diminuta parezca yo; lo crucial es que ambas somos portadoras de luz. Deja tu marca monumental en el vasto cielo; a mí me basta con alumbrar el camino de los pequeños insectos voladores para que en sus travesías nocturnas eviten las telarañas y otros peligros. Cada uno contribuye según la luz que posee, independientemente de la magnitud o la modestia del servicio. Lo esencial es que este servicio emane de la luz que cada uno alberga en su corazón. La fuente es la misma".
RECUERDA: Independientemente de nuestra percepción de grandeza o humildad, todos tenemos la capacidad de irradiar luz y hacer una diferencia positiva en el mundo. Cada uno puede contribuir de manera significativa según sus propias capacidades y lo importante es que esa contribución provenga del corazón, desde la fuente común de luz que todos compartimos.
El valor radica en la bondad y la ayuda que ofrecemos, más que en la magnitud de nuestras acciones.
"Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo."
Publio Siro 85 a.C - 43 a.C. Publius o Publilius Syrus. Poeta dramático romano nacido en Siria, de ahí su nombre de Syrus.