La reestructuración cognitiva es una técnica psicológica que se utiliza para identificar y modificar patrones de pensamiento negativos o distorsionados que pueden contribuir al estrés, la ansiedad o la depresión. Al cambiar estos patrones de pensamiento, es posible mejorar la respuesta emocional y reducir el estrés.
Y... ¿En qué consiste?
1. Se trata de cuestionar y desafiar pensamientos negativos automáticos: Observa tus pensamientos y atrapa aquellos que son negativos o distorsionados. Luego, cuestiona su validez y busca evidencias que los respalden o refuten. Por ejemplo, si piensas "Nunca hago nada bien", pregúntate: ¿Es cierto que nunca hago nada bien? ¿Puedo recordar situaciones en las que haya tenido éxito?
2. Después de lo anterior, qué te parece si pruebas a considerar perspectivas alternativas: Examina diferentes formas de interpretar una situación estresante. Pregunta: ¿Existen otras explicaciones posibles para lo que está sucediendo? ¿Cómo crees que otra persona en tu situación podría verlo?
3. Ten en cuenta practicar la reatribución: En lugar de atribuir todo el estrés o los problemas solo a ti mismo/a, considera otros factores que puedan estar influyendo. Por ejemplo, en lugar de pensar "Soy un fracaso porque cometí un error", podrías decirte a ti mismo/a: "Todos cometemos errores, y esto me brinda una nueva oportunidad para hacerlo de nuevo con más conocimiento".
4. Dentro de la reestructuración cognitiva se encuadra el aprender a hacer un uso adecuado del lenguaje, como por ejemplo, empleando de forma consciente las afirmaciones positivas: Crea y repite afirmaciones positivas para contrarrestar los pensamientos negativos. Puedes repetir frases como "Soy capaz de enfrentar cualquier desafío", "Poseo los recursos necesarios para sobrellevar cualquier circunstancia" o "Merezco ser feliz y vivir libre de estrés".
5. Y por último experimenta la atención plena en los pensamientos: Observa tus pensamientos negativos sin juzgarlos y sin aferrarte a ellos. Reconoce que son sólo pensamientos y que no necesariamente representan la realidad. Luego, redirige tu atención hacia el presente y las acciones que puedes tomar para abordar el estrés de manera más constructiva.
Esperamos que estos ejemplos de reestructuración cognitiva puedan apoyarte a soltar los pensamientos improductivos y como complemento te compartimos algo que a nosotros nos funciona que es recordar la gran verdad que nos regaló Winston Churchill:
"Cuando reflexiono sobre todas estas preocupaciones, recuerdo la historia del hombre viejo que antes de morir dijo que a lo largo de su vida, se había preocupado por muchas cosas, de las cuales la mayoría nunca pasó".