La técnica de la tortuga es una estrategia utilizada principalmente en la terapia cognitivo-conductual (TCC) para ayudar a las personas a manejar sus emociones de manera efectiva. Fue ideada y creada por Marlene Schneider.
La técnica de la tortuga es útil para aprender autorregulación emocional y gestión de impulsos.
Cuando estemos abrumados por emociones intensas, la técnica puede entrenarnos para ser capaces de tomarnos un tiempo en calmarnos y procesar las emociones antes de REACCIONAR.
¿Qué pasa cuando realizamos la técnica de la tortuga?
1. Metáfora de la tortuga: Todo empieza con la lectura de la metáfora de la tortuga para explicar a los niños cómo pueden protegerse y calmarse cuando se sienten afligidos por las emociones. Al imaginar que son una tortuga, los niños pueden visualizar el proceso de retirarse a su concha para recuperar la calma antes de responder.
2. Autorregulación emocional: La técnica de la tortuga se enfoca en el desarrollo de la autorregulación emocional, lo que implica la capacidad de reconocer y gestionar las emociones. A través de la práctica de la técnica, los niños aprenden a regular su respuesta emocional y a tomar decisiones más conscientes en lugar de reaccionar impulsivamente.
3. Enseñanza de habilidades: Además de la técnica de la tortuga en sí, también se enseñan otras habilidades complementarias como la comunicación asertiva, la resolución de problemas y el pensamiento positivo. El objetivo es proporcionar a los niños un conjunto de herramientas para el manejo emocional saludable.
4. Práctica regular: Al igual que con cualquier habilidad, la práctica regular es fundamental para que la técnica de la tortuga sea efectiva. Los niños son alentados a practicarla cuando están en un estado emocional tranquilo para que se familiaricen con el proceso. Esto les permite aplicar la técnica de manera más efectiva cuando se encuentren en situaciones emocionalmente desafiantes.
5. Adaptabilidad: Si bien la técnica de la tortuga se utiliza principalmente con niños, también puede ser adaptada para su uso por adolescentes y adultos. Los principios básicos, como la toma de conciencia emocional, la autorreflexión y la regulación, son aplicables a cualquier edad.
En el próximo artículo te contaremos con todo detalle los pasos para que la puedas probar.