LA DIRECCIÓN CORRECTA

Se cuenta que un día el príncipe de Wei decidió invadir Handan, la capital del reino de Zhao. En ese momento, el consejero del rey de Zhao, Ji Liang, se encontraba de viaje. Al enterarse de la amenaza, decidió regresar de inmediato sin preocuparse por cambiarse de ropa ni por sacudir el polvo de sus caballos. Se dirigió rápidamente a ver al rey.

—Es curioso —le dijo al rey—, pero en el camino me encontré con un hombre que iba hacia el norte, a pesar de que decía que se dirigía al reino de Chu, que está al sur. Le pregunté por qué iba en dirección opuesta y él respondió que no importaba, porque tenía caballos muy veloces. Yo le respondí:

—Sus caballos pueden ser excelentes, pero si va en la dirección equivocada, no le servirán de nada.

—Tengo mucho dinero —dijo él.

Insistí:

—¿De qué sirve tener mucho dinero si está yendo en la dirección errónea?

Entonces él añadió:

—Pero tengo un cochero muy experimentado.

A lo que respondí:

—Eso sólo empeora las cosas. Cuanto más veloces sean sus caballos, más dinero tenga y más experimentado sea su cochero, más lejos se alejará del destino que busca.

Moraleja: "La dirección correcta es más importante que los recursos que uno posee. Sin un buen plan o una orientación adecuada, ni la mejor preparación ni el mayor de los esfuerzos lograrán el éxito."